Un equipo es un organismo vivo, formado por personas diferentes en carácter, capacidades, funciones y objetivos. Encontrar el equilibrio entre la máxima productividad, a eficiencia y bienestar de todos los miembros de un equipo no es sencillo.
Hoy le hablamos de 6 problemas que no se dan en los equipos productivos.
Sin reuniones innecesarias
Reunir a la gente, física o digitalmente, es extremadamente importante para desbloquear procesos, clarificar la información, crear sinergias y mantener el flujo de información. Aun así, demasiadas reuniones rompen el ritmo de trabajo y dificultan la vuelta a la tarea.
No están obsesionados con los correos electrónicos
Si cree que los equipos productivos envían docenas de correos electrónicos al día y ponen en copia (CC) a docenas de personas más, ¡se equivoca!
Los equipos productivos utilizan el correo electrónico cuando lo necesitan y consultan su bandeja de entrada con regularidad. En estos medios, se favorecen las herramientas que facilitan el trabajo, ¡en lugar de enviar correos electrónicos que en realidad nadie lee!
No discuten la responsabilidad
Como las funciones de cada miembro del equipo están claras para todos, no surgen preguntas sobre de quién es la responsabilidad. La delegación de cada tarea es casi orgánica y por eso funcionan tan bien.
No se evitan
Los choques de personalidades y los cotilleos son dos factores habituales de fricción entre los miembros de los pseudoequipos. pseudo-equipos – ¡no podemos llamar equipos a los grupos en los que se dan estos problemas!
Peor que no ser productivo, es ser destructivo. De este modo, un verdadero equipo se centra en el trabajo y, además, crea momentos para socializar después del trabajo.
No se esconden
Si hay problemas, preguntas o preocupaciones, es necesario plantearlas y discutirlas.
La falta de honestidad no siempre es deliberada. De hecho, esto tiende a ocurrir en grupos en los que hay miedo a exponerse. Los equipos productivos crean un entorno cómodo para compartir, en el que todos son escuchados.
No creen saberlo todo
Pedir ayuda, investigar, contratar expertos, debatir, hacer lluvias de ideas son acciones normales en los equipos que funcionan.
Sin envío
Saber parar no es perder el tiempo, al contrario, es una inversión que puede maximizar la productividad.
Cuando un equipo es productivo sabe cuándo necesita prolongar una reunión para reforzar una idea; parar a tomar un café o incluso reservar una cerveza después del trabajo. Todo tiene su tiempo y, cuando se organiza, hay tiempo para todo..
Los equipos no llegan a ser productivos por una cuestión de suerte o de humor, hay esfuerzo por parte de todos.
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